DEVUELVELE
Mis noches ya no tienen sentido, la oscuridad se ha
convertido en compañera permanente, que toca mi puerta y se sienta en mi cama a
tomar él te, preferiblemente frio; dice susurrándome
al oído.
Escucho como un órgano que se llamaba corazón, se ha
convertido en un triqui, donde las fichas siempre están en movimiento y nunca se organizan.
Los ojos se han convertido en ríos permanentes,
cristalizados que traen recuerdos y los arrojan diariamente a un abismo donde
se pierde agua de una vida anhelada…
El cuerpo está herido y remendado con un hilo rustico de
ropa que nadie usaba ya…
Los pensamientos no concuerdan ya no tienen vida, se golpean
entre ellos y no se desconocen, pasan como viejos enemigos sin quererse
perdonar…
Las manos golpean el teclado una y otra vez torturadas, como si con eso quisieran pagar la pena de
quien las utiliza, una pena que se siente correr por las venas como lava de volcán
ardiente…
El dolor es ahora el aroma perenne que persigue, que nubla
todo alrededor, el dolor se ha convertido en la fragancia que identifica mi
cuarto...
Tu imagen esta tatuada en mis parpados que ni cerrados, ni
abiertos logran limpiarse de ti.
El sueño ya no está más, se ha ido no sé si para siempre,
pero estas noches ha desaparecido, ya puse el denuncio, pero las autoridades no
me dan respuesta.
El perdón es lo que necesito, lo que mi piel reclama, lo que
mi alma sueña, lo que mi mente inventa, perdón es la vitamina que le falta a mi
ser..
Pero no es cualquier perdón, no es un perdón triste, no un perdón fingido, no es un perdón callejero.
Es el perdón verdadero
el de huesos inquebrantables , el perdón de vida, el perdón de risa, el perdón
que olvida, el perdón que libera, el perdón
que entrega , el que reconcilia, el que construye, el que alimenta, el que no
recuerda, el que ama y vuelve amar.
Te lo pido con la voz
sin sonido, la que ahora es muda e intermitente, perdóname y devuélvele a mis noches
lo que necesitan…
Tu amor sincero.
Autor Carolina Aristi
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