Cerré los ojos como lo pediste.
Y pensé en el beso de despedida, en el abrazo, en la
piel, cerré los ojos y no pude evitar que la piel se erizara, pensé en tu voz.
En lo que me decías ayer, en la forma como me hablabas, y
poco a poco me permití el lujo de dejar que mis pensamientos me llevaran, me
alegraran, se encontraran.
Me entregue a un sueño,
a un anhelo, a un deseo reprimido...
Y poco a poco empecé
a tocarme, primero los senos, luego pase por el estómago, baje lentamente, me sentía caliente como el
fuego, en mi vagina crecía una llama tratando de pedir salida, pedía que me tocara y con mis dedos llegue al monte de venus
e imagine tu lengua rosándome a tus dedos tocándome.
Y me palpe como se
palpa una guanábana,
deliciosamente fresca y lista para ser engullida, y mientras mi dedos tocaban, se entregaban y
se torcían para caber en el túnel de la pasión...
Todo se vio más fácil y empecé a frotar más duro, más rápido y con más
deseo…
Escuchando la lluvia por mi ventana, el deseo creció y entre más frotaba
más fuerte llovía, tronaba, ya
estaba a punto de llegar a la cima del cielo y
fue allí en ese preciso momento, que
sentí un estallar, no solo de mi cuerpo sino de mi mente, un caudal de
agua bajo de mí y el exorcismo
sucedió.
El corazón se quería
salir y quede ahí, mirando hacia
el techo, tratando de que la respiración se calmara y que el corazón volviera a la realidad, porque sabía que todo lo había hecho sola, ya que tú
solo fuiste un instrumento para lograrlo...
Bendita masturbación.
CAROLINA ARISTI
excellente
ResponderEliminarexcellente
ResponderEliminarMe agrada que te haya gustado, gracias por leerme. y compartirlo..
ResponderEliminarpor Dios que exitante uff.....maravilloso
ResponderEliminarGracias por leerme
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