Esta es la última vez que te escribo, lo leerás estoy segura
de eso, eres de esos que en la noches vacila, revisa y sonríe con las ocurrencias del mundo
exterior, entre esas yo.
Este amor fue puro y
verdadero, te amé más de lo que pueda alguien imaginar, te amé desgarradamente
en el corazón, en el exterior. En el aquí
y en el ayer.
Este amor que te di por tantos años aun en la distancia se podía
pesar, y pesaba más que cualquiera que se pudiera tocar, di hasta lo último de mí para amar por dos al tiempo y al unísono.
Aun en mis sueños, te veía llegar y en mi esperanza debajo del agua, te
miraba besarme fuertemente.
Ya creo que fue suficiente de tenerte en esta historia como
el príncipe de cuentos viajeros, hoy he decidido matarte, arrancarte de mí y
de mi espíritu.
Te deseo lo mejor, te lo repito, aunque no será difícil de que las cosas te brillen,
no le harán falta sol a una luz tan resplandeciente como la tuya.
Pero hoy te mato, y me volveré una asesina al hacerlo, pero
prefiero pagar cárcel a seguir viviendo en tu recuerdo, o en el mío al tenerte
y tortúrame con tu vida…
Hoy he decidido matarte, sin cuchillos, ni disparos, solo
con un soplo alejando el polvo que contenía tu nombre y que solo con
escucharlo, mi corazón aun palpitaba.
No es justo, tú viviendo feliz y yo desgarrada por dentro, dejando a mi paso
un rastro de sangre coagulada, que no se limpia ni se quita con facilidad.
Hoy he decidido arrancarte y dejar libre este camino, para
que pases sin ningún peaje. Fuiste. Que palabra tan pesada de escribir. Pero
fuiste, como yo fui en tu vida. Ahora solo
una palabra en pasado…
He decido arrancarte, como arranque ya otro amor que quiso hacer su casa en mi corazón. Hoy es la última vez que te leo. Que te veo y
que me espinas…
No creo tener otra solución, que eliminar a cualquiera que
use tu nombre solo por sospecha…
Hoy y solo hoy después de tanto tiempo y con un poco de
esfuerzo he logrado saber que jamás seré tuya, ni mío serás, así que para que más
espera en este madrigal.
Descansa en paz amor mío y se feliz, aunque no sea conmigo. En esta tumba a la cual no vendré a verte, te
dejo para que mueras lleno de felicidad.
Pero torturarme ya no más…
Seré por siempre la asesina de este amor. Y cadena perpetua pagare por mis errores… Asesina
de amor… pero al final de cuentas. "ASESINA".
Autor Carolina Aristi.
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