Vuelves, con una sonrisa de madrugada,
vuelves, con pasos lentos e historias tristes.
Vuelves, como si nada hubiese pasado.
Crees que el viento no se llevo el otoño, el verano
y con ellos corazones rotos y remendados.
Vuelves, aun no se con que intención, aunque tus
manos recuerdan mi piel, y bailan libremente en mi
espalda, recordando de memoria las curvas y bajadas peligrosas.
Vuelves y traes tu fragancia esa que no huele a nadie, ni a nada igual.
A un tú espiritual, a un otro tú, mas envejecido, mas sabio, pero aun
buscando su lugar en el mundo.
Vuelves, a revolver mi cajón de los recuerdos, a tratar de meterte,
por algún agujero mal tapado, a exprimir un poco de todo lo que me ato
a ti, a esa fuerza ensordecedora con la que te vi, con luz mágica un 4 de abril.
Vuelves y no puedo negar que sonrió, ya no tengo miedo,
es que creo que perdí los sentimientos en algún lugar oscuro,
donde las migas que deje para ubicar el camino de retorno,
se las comieron las perdices de la lucidez.
Vuelves, para encontrarte a ti mismo, no quiero mas razones.
Dejemos que el ocaso nos regale canciones, ya veremos si
podemos cantarlas juntos o separados,
solo te pido algo, no susurres secretos a mi oído que no podre contar.
Vuelves de lo que nunca te fuiste.
Vuelves, y se que vuelves y te vas.
Pero ahora, amor mio. no te seguiré...
Autor: Carolina Aristi.
(Sweet April 2016)
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