Estos seres que vibren de emoción cuando se vean, que puedan jugar y dar
rienda suelta a la pasión, al deseo, que me enloquezcas cuando te mire las
piernas prolongadas como una cordillera desnuda e inusual, tus senos redondos
como melones a punto de ser devorados, que te derritas al ver cómo me exita
esto y toco con mis manos este pene erecto destinado para ti…
Y al ver como mis palabras hacen mover tu labios rosados y carnosos
deseando ser besados, y al decirnos
palabras sensuales, prohibidas hasta por eruditos y que harían sonrojar al
mismo papa, palabras pasionales llenas
de calor imperdible…
Y el jugar, juego único…
Que cuando luchando cuerpo a cuerpo te penetre deliciosamente, que sienta
tus gemidos en mi oreja, jadeos de placer interminable… Ya no logro contener mi
imaginación y siento como si tu estuvieran en mí, sintiendo tu calor interno,
tus músculos contrayéndose, yéndose y viniéndose, sin amo, sin control.
Llenándome de ti y tú de mí, siendo mía por siempre y de nadie por mí.
No lo puedo controlar, la gente me está observando raro, mejor paro, apago las
luces de mi deseo por ti, y hare lo posible porque esto sea realidad muy
pronto. Te deseo.
Mitad de él, Mitad mío. Deseo compartido...
Carolina Aristi colaboración A.B.
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